Dejemos de jugar a que eres Dios
y yo solo un rebaño agradecido.
Basta de astillarme con lo dolorosamente bueno,
sabes bien lo que no llego a suplicar
pero te pido como Hombre.
Sueño con el placer de las almas,
con el sudor de mi corazón al colapsar con el tuyo.
He ganado a cuenta propia las lluvias
ahora solo anhelo reposar sobre tus orquídeas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario