jueves, 5 de julio de 2007

Nadie

Hoy nuevamente me descubro
También después de tantas suertes.
De este lado yacen las sombras
La quemante presión de lo ficticio
De aquel, tu cuerpo, que me alimenta toda,
Que me salva al instante del smog.
Noches hartas. Emblema de los inmortales.
Fantástica consigna pisoteada por mis terrenales.
Hoy nadie reza por mí. No destierro mis fantasmas.
Gozo de clavar mi estaca en lo más blanco,
De inyectarme con ineptos
Toda clase de obscenidades.
Temblar, sacudir de mi cuerpo la pureza.
Cerrar de mis ojos a los divino.
Cerrar mis ojos a lo real.
Cerrar los ojos.
Dormir.

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